Un argentino en Madrid
“Es una colección muy especial, ya que fue pensada para el show en Madrid. Hace varios años deseaba ingresar a España: aprendí el oficio de mi padre, que era gallego, y hace dos años fui por primera vez a recorrer Lugo, donde el nació”, cuenta Gabriel Lage para justificar por qué es tan importante para él llevar sus vestidos a la península ibérica. Unas semanas antes del desfile la Primera Dama, Juliana Awada, lució un traje de su autoría para la gala con la familia real española y esa, según el creador, fue una carta de presentación única. “En general la crítica habla de la impronta de los vestidos. Esta vez ocurrió que miraron -y elogiaron- la confección, el modo en que están hechos”, dice el couturier y adelanta que tiene planeado abrir un showroom propio en Madrid hacia fines de 2018.
«Siempre viajamos con una musa. Elina Fernández Fantacci fue quien cerró nuestros últimos dos desfiles y no sólo es bellísima sino que es una persona increíble».
«La producción la hicimos con el fotógrafo, Javier Pérez Pla -quien trabaja con Mario Testino- y su mujer, Natalia Cañellas, quien fue estilista de firmas como Prada o Hermés».
«Recorrimos el centro de Madrid y terminamos en el hotel The Principal, que tiene una terraza increíble. Yo quería que se viera la ciudad, pero confié mucho en Natalia y Javier, ellos eligieron las locaciones».
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