Creador de un universo artístico propio, Kevin acaba de llegar de su gira por Chile con su nuevo álbum Mis Américas, editado en CD y vinillo, con invitados como Miss Bolivia, Ricardo Mollo, Palito Ortega y Pity Álvarez, entre otros.
No pasarán muchos días antes de que vuelva a partir, pero pese al cansancio y los apretados compromisos de los días que pasa en Buenos Aires, su carisma está intacto. Sonríe hasta achicar los ojos, nos recibe en su casa, ofrece mate y musicaliza con unos mambos del cubano Pérez Pardo. El lugar está minado de instrumentos de cuerda de todo tipo, un piano y ocarinas artesanales. Será una charla cálida y llena de acordes, porque “estoy hecho de las canciones que escuché de chico: tango, folcklore, Joan Baez, Violeta Parra, Víctor Jara, los Beatles, Bob Dylan: mi mamá era melómana, rasgueaba la guitarra y cantaba. Siempre respiré música“, explica Johansen. Todos sus hijos están en casa y él, con gran habilidad y sin interrumpir la nota, atiende cada requerimiento de los pequeños a medida que aparecen. “Tener cuatros hijos en un abánico de edades que van desde los 20 hasta los 2 años, pasando por los 13 y los 9, es algo que jamás hubiera pensado que me iba a pasar, así que me sorprendo día a día. No hay ensayo para eso, así que me equivoco, pero son mi gran disfrute “, declara conmovido. Por supuesto, los tres mayores- Miranda, Kim y Tom – cantan en el disco.
-Sos un artista que siempre está presentándose en vivo…
-Totalmente, con todos los nuevos formatos y las nuevas maneras que tiene el público de dar con vos, me sigue pareciendo clave ese encuentro. El vivo es donde se corta el bacalao. Para el amor hay que poner el cuerpo, estar, sino no ocurre la magia. Es super importante para conectar.
“Soy un bicho raro alaskeñoargento, me gusta amalgamar lo que es muy diferente, encontrar lo compatible entre lo aparentemente irreconciliable“.
-¿Creés que el público te sigue por ese itinerario de vida tan particular que plasmás en la música?
-Soy un bicho raro “alaskeño-argento”, me gusta amalgamar lo que es muy diferente, encontrar lo compatible entre lo aparentemente irreconciliable. Y aparte celebrarlo. En la música y con las personas. Me gusta tener invitados disímiles, mezclar rap, rock, zambaguala, bolero… encontrar dónde dialogan.
-¿Qué temas te inspiran más para tus canciones?
-Me gusta hablar de los pequeños grandes temas humanos, adoro la ironía, las pequeñas batallas cotidianas que uno libra en su fuero más interno o en el vínculo con el otro, el amor me apasiona…
-Contame tu historia de amor con tu mujer…
-Lala era productora ejecutiva de la tira Resistiré donde sonaba Down with my baby justo en el flechazo de Celeste Cid con Pablo Echarri. Así que no sé si agradecerle o hacerle juicio. Y acá estoy, con Roy de dos años y Tom de 9. Miranda y Kim son de primera administración (risas).
-Después, mínimo, quiso que le escribieras un tema…
-Bueno, ella me carga con que Tiene algo (Interesting little thing) se lo dediqué porque en una parte dice aura de libertad y suena como Laura de libertad… Sin duda, me atraen las almas libres, pero el tema que le compuse fue en plena crisis: No digas quizá. Aparte aparece en el video de Modern Love como protagonista. Juntos somos graciosos porque por ejemplo, ella maneja como un chabón, es hija del corredor de autos Oscar “Cacho” Franco, y yo voy en bici a todos lados. Un contrapunto interesante.
-¿Y en qué anda el matrimonio artístico que tenés con Liniers?
-Tenemos una pareja abierta. Ahora está estudiando en Vermont y viene para hacer un show exclusivo. En algún momento volveremos a la dupla, con una vuelta de tuerca para divertirnos nosotros, que es lo que funciona para que se divierta la gente. Ahí te das cuenta lo poco que se me puede enmarcar en un género: tan des generado soy que hasta uno que no es músico, sino dibujante, se sube al escenario. Y la banda que me acompaña, The Nada, bien podría haberse llamado The todo. <
“No es el país, la humanidad es el problema“
Kevin vive desde niño en Argentina, aunque también residió en Alaska, Estados Unidos. Sobre la situación del país comenta: “Viajando se perciben procesos similiares. En varios lugares existe una suerte de guerra civil solapada en donde el 50 por ciento piensa una cosa y el otro 50 lo radicalmante opuesto. Creo ver ahí una triste condición humana y no sólo ideologías. En política en particular, están cada vez más caníbales y cavernícolas. El caso Santiago Maldonado debe ser esclarecido, no hay disputa que ponga eso en discusión. Tenemos que volver a celebrar las diferencias: es posible”, sostiene.
que pedazo de boludo…!!!