Roland Mouret, diseñador francés de 57 años, instalado en Londres, acaba de publicar un libro sobre suvida y obra titulado Roland Mouret: Provocar, atraer, seducir (Rizzoli), la historia de sus inicios como hijo de un carnicero en Lourdes, a través de sus primeros
experimentos con drapeado, doblado y prensado
de vestidos. El nombre es una indicación del enfoque
de diseño del hombre que fue apodado, “el
maestro de la arquitectura y la silueta”. Sólo hay
que pensar en su icónico vestido Galaxy que apareció
en 2005, perfecto en tela, técnica de corte y
forma femenina.
Sin embargo, el título podría referirse también
al enfoque que Mouret adoptó con su libro, al que
suma conversaciones con el escritor y crítico de
moda Alex Fury y en el que elige ver su pasado a
través del prisma del presente. Y en su presente hoy
está el hecho de ser elegido por las celebrities pero
también por la realeza (la duquesa de Cambridge es fanática de sus diseños y la de Sussex, su gran confidente), y también está el Me Too.
PRIMERO, LA MUJER
Los pequeños y sexies vestidos de Mouret definieron
una época. Ahora, sus famosas amigas y
los valores feministas lo inspiran hacia una nueva
dirección. ¿Qué es sexy ahora? Es una pregunta
que Roland dice que lo ha estado molestando.
“Tenemos este espectro, con un movimiento de
modestia vistiéndose en un extremo, luego los
Kardashians en el otro, y todo lo demás existe en
el medio. La mujer, mi cliente, puede ser ambas
personas en diferentes días y he estado mirando
el desafío de cómo diseñar para eso”.
Sus poderes como cortador y escultor (algo divertido,
ya que su esposo durante siete años es
el artista James Webster) se vienen aplaudiendo
desde su primera colección durante la Semana
de la Moda de Londres, en febrero de 1998. Pero
después del movimiento Me Too, Mouret dice
“poner en valor la maternidad dentro de
las compañias no es sólo responsabilidad
empresarial, sino también una decisión
de negocio.” haber pensado en lo que esas mujeres glamorosas
podrían querer ahora y en la mejor manera de articular
los valores de empoderamiento que espera
que su marca represente.
“Elegí deconstruir lo que aprendí sobre las mujeres
en los últimos 20 años”, dice sobre su enfoque
de la colección de la primavera de 2019. “Me inspiré
mucho en toda la discusión sobre la sexualidad,
la identidad y el control. Esta colección trata sobre
darles a las mujeres el control y permitirles establecer
qué partes de su cuerpo quieren mostrar,
por qué y para quién”.
Uno de sus vestidos de crepé en la pasarela tenía un
corte con escote en la parte delantera, pero Mouret
ofrece una versión abierta, cerrada, o cubierta parcialmente
con encaje. Abrazó las siluetas más flotantes,
pero las espaldas siguen siendo halagadoras. Y los
broches, adornados con lemas feministas diseñados
en colaboración con el artista Mehrnoosh Khadivi,
fomentan las capas y la opción de ocultar o revivir.
Hoy, en sus diseños, todo es fluidez. <
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