El río que le da nombre a la bella capital de la provincia de Entre Ríos es el eje de este destino que se puede disfrutar en las cuatro estaciones del año y en el que las actividades náuticas y la alta gastronomía conviven con la naturaleza, la historia y el deporte: recordemos que Paraná es la ciudad por excelencia del softball, disciplina en la que la Argentina acaba de salir campeón en el último mundial de República Checa, con 13 entrerrianos en su selección.
CIUDAD Y NATURALEZA
Toda la costanera, en especial la zona junto a las verdes barrancas del Parque Urquiza, es centro de la actividad vinculada al esparcimiento, deportes náuticos, la gastronomía y el disfrute del paisaje fluvial, con sus atardeceres de postal que caen detrás
de la ciudad de Santa Fe, en la margen opuesta, a la que Entre Ríos está conectada desde 1969 por el increíble Túnel Subfluvial Uranga – Silvestre Begnis. Una obra de ingeniería única en Sudamérica y que
el próximo 13 de diciembre festeja sus 50 años. El Parque Urquiza, con 44 hectáreas diseñadas por el paisajista francés Carlos Thays, es un espacio elevado en tres niveles que invita a pasear por la costanera, conocer la Catedral, ubicada en la plaza 1º de Mayo, impactante por donde la mires, y por supuesto recorrer la peatonal y otros edificios que en sus paredes guardan tesoros históricos.
Con solo una hora de avión desde Buenos Aires ya podés estar navegando en las aguas del río Paraná, el segundo más largo de América,después del Amazonas. La empresa Paraná Tu Río, por ejemplo, cuenta con distintas opciones de turismo náutico y pesca. Una de ellas te lleva en una embarcación hasta una apacible playa privada en la isla Puente, donde Gustavo “Mono” Goncevatt –cuyo curriculum incluye haber trabajado ocho años en el restaurante La Locanda de Barcelona– te espera cocinando empanadas de boga y tararira, y pescado frito marinado, amén de una picada de los dioses. De fondo, claro, suena Canción a Puerto Sánchez, emblema musical de la ciudad, con letra y música de Jorge Méndez. Y no podía ser de otra manera porque son los pescadores de ese barrio, al lado del balneario Thompson, quienes salen cada mañana en sus canoas a pescar. El Parque Nacional Pre-Delta, de apenas 2.600 hectáreas, te ofrece entrada gratuita y espacio para acampar. Desde el embarcadero, salen las excursiones que navegan entre las islas y también hay dos senderos donde podés disfrutar los bosques y pajonales con especies como el carpincho, lobito de río y yacaré, entre 187 tipos de peces y cientos de aves.
VINOS DE CALIDAD
Entre Ríos fue alguna vez una tierra de buenos vinos, pero allá por 1934, el entrerriano Agustín Pedro Justo, entonces presidente de la Argentina, dejó a su propia provincia natal sin la chance de crecer en esa área ya que prohibió la producción fuera de la region de Cuyo.
Cuatro décadas después, los emprendedores locales volvieron a mirar hacia las vides y a recomenzar.
La familia Jacob, en Colonia Ensayo, Diamante, a 25 km de Paraná, por ejemplo, apostó a la buena cepa con la finca y bodega boutique Los Aromitos, hoy la tercera existente en Entre Ríos, cuya marca es Ára. “Mis padres transformaron un campo de soja en viñedo”, dice Leandro, hijo mayor de Noelia y Fernando, quienes plantan cepas de malbec, tannat, merlot, syrah y chardonnay.
El 13, 14 Y 15 de septiembre llega la Traktorfest, y el 17 de noviembre, la edición 21 de la fiesta de disfraces más grande
de Argentina , que se realiza hace 20 años y que hoy convoca a 50 mil personas.
UN VIAJE EN EL TIEMPO
Yendo para Diamante, por la ruta 11, podrás ingresar al tunel del tiempo. Allí están las aldeas de “los alemanes del Volga”, esos que en 1878 llegaron hasta allí tras haber vivido más de 100 años en Rusia. Las principales son Villa María, Salto, Spatzenkutter, Protestante, San Francisco y Brasilera (creada por alemanes que primero habían ido a Brasil). Y en todas, la comida, las costumbes y el idioma se preservan y cuidan tanto como la atención. Los descendientes de
aquellos inmigrantes te reciben con sus trajes típicos y con ganas de contar su historia. Un imperdible: comer rico (¡muy rico!) y probar la deliciosa cerveza artesanal Heim Bier que fabrica Exequiel Heim en Munich Bar y Comedor, en la aldea Brasilera, un bastión de la comida alemana.
PARA TODOS LOS GUSTOS
Por supuesto, ir a Paraná y no visitar una terma es casi un sacrilegio, tanto como no hospedarse en hoteles como el Mayorazgo o el Maran Suite & Tower. Aquí, otras recomendaciones: Para comer y disfrutar de la música autóctona, Peña folclórica y parrilla de pescados en Open Club. Para probar delicias gourmet, La Fourchette,restaurante boutique en la planta baja del Gran Hotel Paraná. Para disfrutar de las termas, Complejo termal de aguas saladas María Grande. Si buscás relax y sanación, Centro Adventista Vida Sana Puiggari. Si querés juegos acuáticos, tirolesa, caída libre y otros entretenimientos, Parque aéreo y de agua Interlagos. Si buscás una cena divertida, noche de karaoke en Live Rock. Y si lo tuyo es la noche y la disco, Hierlam Pub. Próximos eventos: el 13, 14 y 15 de septiembre llega la Traktorfest, en la aldea Spatzenbutter. Y el 17 de
noviembre, la fiesta de disfraces más grande del país que se realiza desde hace 20 años en Paraná y que convoca a 50.000 personas.
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