Damián Giammarino González
Chef de Ureña
Cuando uno traspasa el umbral, inmediatamente siente un clima de tranquilidad. El lugar, que fue en otra época un depósito y maderera, fue cambiado con precisión para aprovechar los espacios y ganar en cada recoveco un poco de intimidad. La deco es sencilla pero fina y hay espacio entre las mesas, algo nada despreciable cuando se busca privacidad. Nació como idea de sus dueños, una pareja de odontólogos que utilizaron su apellido para bautizar el lugar. Ureña se llama este nuevo restaurante que se suma a la vasta oferta que tiene Palermo Hollywood. El diferenciador, sin dudas, lo da esa alquimia de cocina española, japonesa y marroquí que le imprime el chef Damián Giammarino González que hizo su carrera prácticamente en Europa. Con fuerte sello de autor, logra platos atractivos con condimentos que llaman la atención. El resultado es un menú con recetas modernas pero que de base tienen mucho de tradición. Hay platos realmente llamativos. No hay que dejar de probar los churros de langostinos porque son atractivos en lo visual y tienen el delicado sabor del fruto de mar y están acompañados por una salsa de algas. Muy original. También hay un won ton de gambas al ajillo y la corvina negra al pil pil con crudités de verduras y cremoso de papas. Otro que es realmente delicioso es la fideuá de frutos de mar (con fideos fritos). Entre los postres gana aún más la originalidad con la mousse de remolacha y las manzanas asadas al curry. El bartender ejecutivo es Lucas López Davalos seduce con cocktails que tienen ingredientes autóctonos y costumbres mediterráneas, lo cual zambulle al comensal que inicia con cena con un trago, en un viaje por aromas y sabores. Un trago fresco y especiado es el Julep de hongos con whisky, menta, jarabe Mascabo y hongos dulces de vainilla. Un lugar donde simpleza y elegancia van de la mano y los precios no son nada descabellados. -Andrea Arbelaiz
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