Luz

RSS

G Plus

Facebook

Twitter

Aunque parezca imposible, Fernando Trocca cocina en un parador de playa. Y sorprende porque este chef de 44 años es uno de los embajadores de la culinaria local en el mundo. Además de ser fundador de Sucre (2002), posó su identidad en la bien autóctona Industria Argentina, que abrió hace ya más de un lustro en 329 Greenwich St., Nueva York y en su más reciente creación La Porteña en Guadalajara, México. Como si fuera poco es el chef ejecutivo de Cia Gaucho.
Pero esta temporada, Trocca se las ingenió en la pequeña cocina del parador esteño Veramansa. “Estoy con un menú muy simple, nada sofisticado, algo que se adapte a la comida de playa sin ser los clásicos como chivitos uruguayos o hamburguesas”, asegura.
Con humildad, Trocca recuerda su primera incursión en la cocina: “Mi abuela me tomó como su propio hijo y me enseñó mucho de lo que sé. En mi familia también conté con el apoyo de mi padre, a pesar de que en esa época no era habitual decir que uno quería ser cocinero”.
Trocca está convencido de que esta temporada en Punta no dará paso a otra con propio restaurante. Entonces, vuelve en el tiempo repasando historias que vivió en esas arenas uruguayas. Recuerda una anécdota poco grata que guarda de sus épocas en ese balneario y que seguramente definió la manera cordial en que hoy se dirige a sus colaboradores. “El peor maltrato que viví lo recibí en 1989 de un chef francés. Me tiró encima un plato que yo había preparado porque no estaba conforme con el resultado. Casi terminamos a las trompadas. Ese fue mi debut en el Este”.

Imagen anterior
Vuelta al orígen
 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.