“Yo creo que en muchos casos los hijos revitalizan la pareja. Un hijo, en algún punto, es como Disneylandia: un mundo nuevo, lleno de estímulos, desafíos, conflictos… Supongo que potencian lo que uno ya trae de antemano. Para mí criar, cuidar a alguien, es algo muy especial y placentero.
Es por lejos lo que más me gusta en la vida”.
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