El próximo miércoles cumple 21 años y jura que aún no decidió nada sobre el esperado festejo. Espontaneidad. Así podría arrancar una primera aproximación que englobe tanto Oriana como a la tan mentada generación “millennial”. Es que, en efecto, hace rato que la hija mayor de Catherine Fulop y Osvaldo Sabatini se transformó en una suerte de referente para los usuarios más jóvenes ¿y activos? de redes sociales como Instagram y Snapchat. De novia con otra voz saliente de los “nativos digitales”, el youtuber Julián Serrano, “Ori” acumula seguidores y likes casi a cada paso. Pero ella apuesta -y lo dirá a lo largo de la charla- a cierto ánimo old school, aquel que sabe perdido y que añora aún sin haberlo conocido del todo.
-En tus anteriores notas con LUZ siempre hablabas de tus sueños de armar una carrera en el exterior. ¿Siguen firmes o ya no tanto?
-Siguen bien firmes. De hecho todo el material que estoy empezando a lanzar ahora (N de la R: acaba de presentar su primer single solista, Love me down easy) lo grabé en Los Ángeles. No es que eso me abre las puertas al mundo de inmediato pero sí me permite empezar a vincularme con gente de afuera, trabajar en otro idioma y demás. Siempre me llamó mucho la posibilidad de viajar o instalarme en otro país por trabajo. No sólo te abre la cabeza, te obliga a empezar de cero y a hacerte conocida por las tuyas.
-¿Tendrá que ver con el peso de llevar un apellido conocido?
-No creo, muchas veces me han preguntado por eso pero lo cierto es que para mí es un honor mi apellido, no una carga. Por mis padres y también por mi tía, que es una talentosa total.
«No quiero vivir buscando la foto perfecta, estudiando a mis seguidores, haciendo lo que sea
por likes… ¡eso no es la vida!».
-A lo que voy es quizá querés trascender esa mirada de “la llaman por ser la hija de…”
-Nunca le presté mucha atención a ese prejuicio. Ser hija de conocidos quizá te pueda ayudar a enterarte de tal o cual casting, pero después está en vos ir, esmerarte y demostrar que sos la que están buscando. Mis papás me ayudaron mucho, sí, pero porque desde el vamos me insistieron en la importancia de estudiar y formarse todo el tiempo. “No vas a ser cantante de la noche a la mañana, vas a tener que esforzarte y mucho”, me dijeron. Y tenían razón.
-¿Hoy buscás una carrera más vinculada a la música que a la actuación?
-Si fuese por mi ahí, haría de todo. Realmente lo digo. Me apasionan un montón de cosas pero entiendo que en ciertos períodos es importante enfocar la energía en una cosa. Hoy está puesta en la música y en esa expansión territorial de la que hablábamos antes.
-En el plano personal, ¿hace cuánto que estás en pareja con Julián Serrano?
-El 1 de junio cumpliremos tres años. La fecha es la misma que el cumpleaños de mi hermana, que fue cuando me preguntó si quería ser su novia. No se si ese usa mucho hoy esa pregunta, por suerte él sí me la hizo… (sonríe).
-¿Cómo te llevás con esto de tener una relación tan “viralizada” o con tanta presencia en las redes sociales?
-Y, es un tema… La verdad es que cada vez me cansa más la dependencia al celular. Pobre Julián, todo el día me tiene que soportar diciéndole: ¡dejá el teléfono! (ríe)
-¿Y lo deja?
-Mas o menos. Ojo, entiendo que es su trabajo y que es una herramienta de información vital, pero cada tanto lo obligo a apagarlo. Yo también uso bastante el celu pero aún así me espanta un poco esta dependencia que tenemos. No quiero que mi vida se transforme en una red social. Ni tampoco quiero vivir buscando la foto perfecta, estudiando a mis seguidores, haciendo lo que sea por likes… Es un like, ¡no es la vida! Mis amigas del colegio, por ejemplo, son todo lo contrario. Y es genial ver ese otro mundo, ellas se van de intercambio a otros países, viven experiencias increíbles y no las están subiendo todo el tiempo a la red. Las viven y ya. Supongo que tiene que ver con tu profesión, este medio te incita a estar conectada todo el tiempo pero quizá para un ingeniero no es muy importante lo que sucede en Instagram.
«Por la tira, ahora Julián tiene que besarse con otras actrices y no me resulta nada sencillo de afrontar. Ojo, él no me da razones para dudar de nada, pero ¡hello! no me olvido de que así nos conocimos y enamoramos nosotros…».
-¿Cuál dirías que es el punto desfavorable de tener un novio tan activo en las redes?
-Que hay días que termino siendo una especie de observadora de mi propia vida. O al revés, me entero lo que está haciendo por la web… Es algo raro de explicar pero si te empezás a dar rosca, te podés sentir excluida. Y si hay fans en el medio, peor. No se guardan ni una. Al principio me dolía mucho leer los comentarios de las seguidores de Julián. Pero después fueron aflojando y yo también empecé a darles menos importancia a esos comentarios.
-¿Tus celos también menguaron?
-Más o menos. Por la tira (N de la R: Quiero vivir a tu lado), ahora Julián tiene que besarse con otras actrices y no me resulta nada sencillo de afrontar. Ojo, él no me da razones para dudar de nada, pero ¡hello! no me olvido de que así nos conocimos y enamoramos nosotros… El verso ese de que los actores no sienten nada no lo compro ni a palos. Te puedo enumerar miles de parejas o romances que comenzaron con un beso en la ficción. Las que dicen está todo bien-” buenísimo por ellas. Serán seres elevados o lo que sea. Para mí no es tan sencillo.
-En menos de una semana cumplís 21… ¿Anhelabas la mayoría de edad?
-No, para nada. En serio lo digo, ¡no quiero crecer! Si fuese por mí, me quedaría a vivir en los 20.
-¿Cómo te llevás con la idea de atravesar toda está década, que se supone es la más alocada, de novia?
-(Piensa) La verdad es que nunca fui de las que mueren por salir todas las noches y disfrutan de estar con quien sea. Soy bastante recatada en ese sentido: no tomo alcohol, no me drogo… No me gusta perder la consciencia con nada. Y respecto a la pareja, creo que tener a mano el ejemplo de mis papás me llevó a ser muy responsable en el amor. Ellos están juntos hace mil y se aman de una manera increíble, se sorprenden con flores, se hacen regalos de todo tipo, salen juntos y se esmeran por gustarse… Es muy fuerte todo eso. Por eso mis expectativas y exigencias son muy altas. Conmigo misma y también con mi novio.
-¿Le perdonarías una infidelidad a Julián?
-Mmm, no sé. No quiero ser tajante pero creo que no. Depende de toda la situación, quizá puedo llegar a decirle: “la primera te la dejo pasar”, pero lo más probable es que decida cortar por lo sano. Me parece que la infidelidad es una falta de respeto total. Es una mentira, y yo odio las mentiras. Prefiero que me llame antes, que cortemos ahí y listo. No quiero enterarme por otro, ¡muchísimo menos por las redes!¡Ahí lo mato! (ríe)
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