Por Pablo Steinmann ISe hizo famoso por sus looks y onda. De novio con su colega Agostina Scioli, jura que dejó la noche atrás y que hoy sueña con formar una familia. Y si es numerosa, mucho mejor.

Su papá tenía puestos de diarios pero él jura que su pasión por la información es algo que lo acompaña desde muy, muy pequeño. “Tener a disposición todas las revistas y diarios del país potenció mi vocación, pero no la generó”, afirma. Estudió Periodismo e ingresó a los medios de la mano del deporte, otra de sus pasiones. “La carrera después me fue llevando por diversos caminos y soy el primer agradecido de que así haya sido”, sentencia el columnista de Telenoche, TN y conductor de El Rifle y la gente (Radio Rivadavia).

-¿Cuánto hay de vos y cuánto de construido en el personaje “el Rifle”?
-Soy yo. No te voy a negar que me ayudó mucho el hecho de que todos me empiecen a reconocer por ese apodo (es más, la mayoría ni sabe que mi nombre es Juan Manuel) pero lo cierto es que cada vez que me pongo frente a una cámara o un micrófono soy yo. No puedo no ser auténtico al aire. Y es por eso que puedo defender a full todo lo que hice hasta ahora. Me pudo haber salido mejor o peor, les pudo haber gustado a más o menos personas, pero siempre fue desde mí. Sé perfectamente que si busco que todo el mundo me quiera, perdí.

-Al comienzo también te hiciste fama de mujeriego y rompe corazones…
-Sí, pero no era tan así. Salía mucho de noche, eso sí, pero esa fama era más un contrapunto en broma que se armó con (Sergio) Lapegüe, un tipo casado hace más de 20 años frente al tiro al aire que vive en Tequila.

-¿Pero eras conquistador o no?
-No te voy a decir que me fue mal, para nada. Soy un agradecido de todo lo que viví en esa época. Pero ya pasó, ahora estoy muy felizmente de novio (N de la R: con la conductora Agostina Scioli).

-¿Extrañas esa etapa?
-No. Hace poco la psicóloga me lo preguntó y le respondí lo mismo. Te lo cuento para que veas que es verdad ya que si hay alguien a la que no hay que mentirle nunca es a la psicóloga.

“Con la convivencia Agostina empezó a descubrir mis cositas, como que uso desodorante de mujer… Sí, lo probé hace mucho y desde entones lo incorporé. Realmente es mejor, más seco y duradero”.

-Con Agostina comparten la profesión y encima desde canales enfrentados, en más de un sentido, ella en C5N, vos en TN…
-Si, al principio nos persiguió el chiste de “la pareja que cerró la grieta”. Nos reímos de eso.

-¿Cómo llevan la competencia?
-Súper bien. Yo la admiro profundamente, es una conductora todo terreno que puede saltar, en vivo, de un tema a otro sin problemas. Nos aconsejamos mucho mutuamente y hasta nos pasamos data. La verdad es que yo hincho por ella, cuando está al aire quiero que le gane a todos. A TN y al que sea. Supongo que ella debe querer lo mismo para mí… (sonríe).

-¿Conviven?
-Prácticamente sí. Y ahí empezó a descubrir mis cositas, como que uso desodorante de mujer… Si, lo probé hace mucho y desde entones lo incorporé. Realmente es mejor, más seco y duradero.

-Te gusta abonar el mito de tu metrosexualdiad, ¿no?
-(Sonríe) Me cuido mucho, en todo sentido. Me hago limpieza de cutis cada diez días… Me desmaquillo cada vez que puedo –más de una vez por día- y tanto a la noche como a la mañana me pongo cremas para las ojeras y los párpados.

-¿Tenés más cremas que Agostina?
-Nooo, Agos me gana por lejos, pero no te olvides que ella arrancó como modelo… Soy coqueto, lo admito, pero porque me fijo mucho en el aspecto estético de todo, incluida mi propia imagen. En Instagram, de hecho, la mayoría de gente que sigo está relacionada a la moda, no al deporte.

-¿Sos romántico?
-Sí, soy muy detallista. Me encanta mandarle sorpresas a “Agos” al canal, o esconderle regalos en casa. Para su último cumple le organicé un festejo sorpresa. Llamé a toda su gente, armé un tremendo quilombo y cuando llegó la hora de llevarla al lugar indicado me dijo: “no quiero salir”. Casi me muero. Por suerte pude convencerla a último momento.

-¿Se viene el casamiento?
-Es algo de lo que hemos hablado sí, más de una vez. La primera fue antes de ponernos de novios. “Yo me voy a casar con vos”, le dije. Por ahora no hay ninguna fecha fija, pero la idea de formar un hogar y una familia está bien latente. Después habrá que negociar la cantidad de hijos. Ella está para uno solo, pero yo quisiera varios más. A modo de negociación, ya le dije que ella podrá elegir todos los nombres que quiera… (ríe).