Por Fernando Gomez Dossena | A los 34 años es la actriz afroamericana más importante del cine. Conocida, además por su estilo y belleza, esta mexicana es la co protagonista de Pantera negra del nuevo filme de Marvel. Aquí, habla del género femenino, de la actualidad mundial y de la diversidad cultural.

Irrumpió en Hollywood con paso firme. Su primer papel en una película importante fue en 12 años de esclavitud por la que se llevó un Oscar a la Mejor Actriz de Reparto. Lupita Nyong’o nació en Ciudad de México, sus padres eran refugiados del régimen keniano, es por este motivo que la bautizaron con un nombre que remite a dicho país de América del Norte. Lupita retornó a Kenia de niña, en donde sus padres ejercieron como funcionarios de Estado, ya en su adolescencia volvió a México a estudiar español y de ahí se mudó a Nueva York para probar suerte como actriz. Estudió drama en la Universidad de Yale y su primer trabajo fue nada más y nada menos en 12 años de esclavitud. La próxima semana estrena la película Pantera negra que gira en torno al regreso de un nuevo rey en la república africana imaginaria de Wakanda. La nueva súper heroína del cine es también de la vida real ya que fue unas de las primeras actrices en hablar públicamente acerca de los acosos del productor Harvey Weinstein. “Si hubiera hecho lo que me pedía no prodría dormir ni una noche más en paz conmigo misma”, fue la frase que deslizó enfrentándose al magnate de la industria. Quien según contó, la invitó a su cuarto entre otras propuestas.
-¿Cuál fue tu primer acercamiento a la factoría Marvel?
-Vi Los vengadores con varios amigos míos y quedé fascinada. Recuerdo que en un momento de la película dije que debía formar parte de ese mundo aunque sea como extra. Hoy soy una fanática de todo lo que se vincule a Marvel.
-¿Qué te atrajo del proyecto?
-Primeramente que iba a ser el primer súperheroe de color de la historia. Que el protagonista sea un rey africano y que todo suceda en ese continente me parece también maravilloso. No dudé un segundo apenas me llegó la propuesta.
-¿En qué te identificás con tu personaje, Nakia?
-Con su espíritu libre y su sentido del deber. Me encantan las mujeres que siguen su propio camino y son independientes, pero a su vez soy bastante dependiente de mi familia y amigos. Siento una gran conexión con mi gente y quizá hasta cierta responsabilidad de hacerlos sentir orgullosos. Me identifiqué con este equilibrio que uno debe tener en su interior.
-¿Fue duro el entrenamiento para las escenas de acción?
-Sí, muy intenso. Pero gracias a eso me sentí muy ligada al espíritu guerrero de Nakia. Hice una buena mezcla de judo, jit su, artes marciales filipinas y hasta un poquito de capoeira.
-¿Te gusta su look?
-Me fascina. Es una mujer que viajó mucho por el mundo así que su estilo está influenciado por diferentes culturas, como el mío. Es sobrio y pragmático, pero con un toque funk.
-¿Cómo fue trabajar con un reparto tan diverso?
-El elenco proviene desde todas partes del mundo: Guyana, Trinidad y Tobago, Kenia, Uganda, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Sudáfrica y Zimbawe. Creo que esta película no hace ver la diversidad de manera diferente. A menudo usamos esa palabra para referirnos a cualquier persona que no sea blanca, pero en este caso es diversidad dentro de una población multicultural que tiene vida en un pueblo de África. Hay que celebrar que Hollywood haya realizado una película así.
-¿Por qué te parece relevante contar esta historia en la actualidad?
-Creo que el mundo se encuentra en un momento en el que nos viene bien un poco de inspiración para olvidarnos de lo difícil que está todo nuestro alrededor. En este país imaginario sólo podés ser ciudadano si le das lugar a la imaginación y eso es algo muy poderoso. Ojalá podamos crear un universo así en nuestro planeta.