La artista norteamericana Lisa Congdon dedicó su libro Una gloriosa libertad a las mujeres que, como ella misma se define, son “flores tardías”. De Christy Turlington a Ilona Smithkin, un recorrido por historias de vida que inspiran.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, LUZ eligió este libro y a esta escritora para homenajearlas a todas. Pero especialmente lo elegimos para dedicárselo, como hizo su autora, a las que «florecen» después de los 40. Por eso, nada mejor que dejar que sea ella, la artista estadounidense Lisa Congdon (51), quien cuente porqué y para qué escribió este bellísimo libro (por el contenido, el diseño y las ilustraciones) titulado Una gloriosa libertad. En este volumen Congdon explora la fuerza de las mujeres que, al madurar, florecen. El libro incluye ensayos y entrevistas con escritoras exitosas, como Cheryl Strayed y Caroline Paul, hasta la supermodelo convertida en activista Christy Turlington y el ícono de la moda Ilona Smithkin, figuras que a los 40 han cambiado de carrera, han encontrado la plenitud creativa, han descubierto nuevos amores, han demostrado su capacidad atlética y han gozado del verdadero sentido de la vida.

Asimismo, se presentan perfiles de mujeres que históricamente han conseguido hazañas increíbles a una edad avanzada; además de citas tomadas de una variedad de figuras inspiradoras, todas generosamente ilustradas con el estilo inconfundible de Congdon. “El libro trata sobre las mujeres que florecen cuando tienen más de 40 años. Lo que despertó mi interés en el tema fue el camino que siguió mi propia vida. Yo misma me describo como una flor tardía. El año en que se publicó este libro cumplí 49 años. Soy artista de profesión, ilustradora y escritora. No comencé a dibujar o a pintar hasta que tenía 31 años. Mi carrera como ilustradora la inicié al cumplir 40; a los 42, empecé a escribir con regularidad, y a los 44 publiqué mi primer libro. Me casé a los 45 años. Acabo de publicar mi séptima obra, y la octava sale el año entrante”, relata la autora. Lisa asegura que cada año se vuelve más valiente, más fuerte y más libre. “Para mí, madurar ha sido un proceso inmensamente gratificante y liberador. Soy una persona mucho más amable con los demás de lo que nunca fui y también le doy mucho menos importancia a lo que la gente piense de mí. Soy más decidida y trabajo más duro que cuando era joven y, asimismo, valoro que mi ética laboral me alegre la vida como no me ocurría antes. Me siento más segura y más vulnerable en igual medida”.

En un esfuerzo por expresar lo que sentía al respecto, en 2014 escribió un breve ensayo acerca del proceso de madurar y lo publicó en su blog. “Pronto, el texto lo compartieron miles de personas en Internet y en redes. No soy una celebridad ni una bloguera de tiempo completo, por lo cual resultó extraordinaria la atención que recibió el ensayo. Me di cuenta de que si el asunto de envejecer y desarrollarse resonaba con tal fuerza entre tantas mujeres, entonces debía explorarlo más a fondo. Esa fue la semilla de este libro. Desde hace tiempo que admiro a las mujeres famosas que florecen de forma tardía y las he considerado mis modelos a seguir desde que cumplí 30. Ya tenía algunas ideas de las figuras que deseaba incluir. Pero también utilicé el poder de las redes sociales para hacerme de más nombres y contactos. Comencé el proceso de este libro recurriendo a mis seguidores y lectores para pedirles que me ayudaran a encontrar a mujeres que conozcan o admiren y que sean el ejemplo de una madurez audaz e intrépida, como artistas, escritoras, atletas, científicas, activistas, pensadoras, diseñadoras y feministas mayores de 40 años, que asuman abiertamente los aspectos positivos de envejecer: la sabiduría, la resiliencia emocional, la ética de trabajo y de juego, la lucidez y el sentido del humor que acompañan a la edad. La respuesta fue sorprendente”, dice quien, finalmente, firmó contrato con la editorial Chronicle Books para hacer este libro. “Vivimos en una época en la que cada vez más mujeres comienzan a vivir al máximo, persiguiendo sus deseos y sueños luego de que sus hijos se van de casa, que sus compañeros ya no están o que sus carreras previas dejaron de ser significativas. En el libro se reseña a varias mujeres que nos allanaron el terreno”, concluye.