Sus 300 días de sol la convierten en gran destino de quienes quieren zambullirse en el Mediteráneo. Su gastronomía suculenta atrapa a los que siguen la ruta del arroz o del vino. Los niños son felices adentrándose en África en su inconmensurable Bioparque. Y todos aman sumergirse por callejuelas que guardan pequeños grandes tesoros -como el Santo Grial-
o impactantes obras arquitectónicas
de vanguardia.
17/01/2014
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Una ciudad, mil mundos
Sus 300 días de sol la convierten en gran destino de quienes quieren zambullirse en el Mediteráneo. Su gastronomía suculenta atrapa a los que siguen la ruta del arroz o del vino. Los niños son felices adentrándose en África en su inconmensurable Bioparque. Y todos aman sumergirse por callejuelas que guardan pequeños grandes tesoros -como […]
Edición Nro: 458
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