Sabe conjugar la frescura de la juventud con la sabiduría de cinco décadas cumplidas. Es carismática y se mueve como un pez en el agua en el medio. Cuando no está reunida por proyectos o disfrutándolos, se la ve junto a su novio Luis Scalella (61), presidente de Argentina Sono Film, en las fiestas del ambiente. Sus looks- siempre espléndidos- son el resultado de algunos tips adquiridos por los años de coleccionar revistas Vogue, Elle y otras emblemáticas del mundo de la moda. Madre de Giuliana (28) y Gianmarco (23), frutos de su matrimonio con el empresario Marco Batellini, dice sentirse plena, enamorada, agradecida y que volvería a pasar por lo bueno y lo malo, orgullosa de haber vivido y crecido por eso.
-Volviste a la televisión como actriz, ¿extrañabas esta faceta?
-Me reencontré con mi actriz. Me reconozco conductora, cantante, comediante, pero la actuación dramática me tira siempre, fue mi debut. La novela (Cuéntame cómo pasó, Tevé Pública) me conectó con esa actriz que postergué. Fue una sorpresa grande porque le gustó mucho a la gente y no me lo esperaba, es una novela diferente, de época, y realmente lo disfruté. Fue un reencuentro con actores y actrices de todas las generaciones, Nico (Cabré) que empezó conmigo, Carlos Santamaría, mi marido en la ficción, Franco Masini, Candela Vetrano, Fabián Mazzei… Aparte fue divertido porque vuelvo a aparecer peinada como en los años 80 ¡una década que viví a pleno! Las chicas de maquillaje me decían me parece que te estoy viendo en la época de La Ola… con esos rulos y flequillo… fue muy lindo.
“Siempre quedan sueños por cumplir. Me siento muy plena, formé una familia, fui parte de programas que cambiaron la historia de la televisión, hice distintas cosas como actriz. No me cansa trabajar, me energiza”.
-¿Añorás con melancolía esos tiempos?
-Con agradecimiento sobre todo.
-¿No te molesta que te conecten inmediatamente a ese éxito?
-¡Yo, feliz! Ha sido algo súper poderoso, después con eso cambió la historia de los programas infantiles, el género de telecomedia musical infantil lo inventamos nosotros con Flavia, corazón de tiza y hoy es una industria. En aquella época no había multinacionales ni mega productoras. Éramos los actores, los teatros, los canales y los estadios. Era ir por el país y presentarnos ante 15 mil o 20 mil personas. Yo tenía 23 años y ya era madre, eran tiempos increíbles, a veces no sé como hice para hacer todo.
-¿Cambiaron mucho las cosas?
-Y…en esa época no teníamos peluquero, maquillador…no había séquitos. Eso me sorprende. No me gusta el divismo, yo recién ahora que estoy grande tengo mi maquillador, pero a los 20 salís con máscara de pestañas y estás bien, no es necesario más. Como actriz de teatro no siempre tenés maquillador y yo aprendí a llegar con mi boceto y arreglarme solita. Además es un buen ritual para entrar en el papel, es un trabajo previo y lo tomo como terapéutico, es un hacerse cargo de uno mismo. Es parte de nuestro trabajo.
-Todos quieren saber tus secretos de belleza porque ¡estás igual a pesar del paso del tiempo!
-Noooo, no estoy igual, además del evidente cambio de look, aunque siempre me gusta el pelo algo largo, crecí. Por ahí me ven así por la onda, soy positiva, cero conflictiva, esa energía se ve.
-¿Pero cuál es tu rutina de cuidados de belleza?
-No hago nada raro, lo convencional. Hace un año y medio que me cuido un poco en las comidas, después de toda mi vida de no cuidarme. No como más harina hace un año y medio, lo cual no me hizo bajar de peso pero sí me desinflamó, me siento más liviana, fue un excelente cambio. En la semana, reemplazo los almuerzos por jugos que me preparo con el extractor yo misma mezclando frutas y vegetales. Mi favorito es manzana verde, apio, espinaca, pepino, zahanoria y jengibre. En el fin de semana, me permito asado, sushi y chocolate. Dos o tres veces por semana hago gimnasia con mi entrenador Aldo Giménez. También soy la imagen del centro de estética Be Cool y una vez por semana, en 45 mintuos de una misma máquina que se llama Body Ter, hago tratamientos no invasivos: termoterapia, electroterapia y electroporación combinada. En el rostro sólo estimulo el colágeno natural de la piel y de vez en cuando me pongo un poco de toxina botulímica pero imperceptible porque no me gusta deformarme. Igual me parece importante trabajar la personalidad, el ego, cuestiones que tienen que ver con lo interno. Hay gente que es feliz porque tiene la panza chata, y no es por ahí.
“Me parece importante trabajar la personalidad, el ego, cuestiones que tienen que ver con lo interno. Hay gente que es feliz porque tiene la panza chata, y no es por ahí”.
-¿Estás en contra de las cirugías?
-No soy amiga de las cirugías. No me operé ni me voy a operar. Hace 15 años me retoqué las lolas solamente después de haber amamantado dos hijos. Me da pánico, es una obsesión y es peligroso. La gente cambia sus expresiones. Yo me quedo con que salga alguna línea y tratar la piel con métodos no invasivos ¡La verdad! Prefiero mis arrugas a un rostro sin expresión. Además, soy actriz. No podés suprimir 20 años de no haber ido al gimnasio con una operación. Y yo soy buena alumna, aplicada, consecuente, disciplinada y profesional en ese sentido. Es mi cuerpo y mi alma, lo que tengo en esta vida y los cuido.
-¿No hay más secreto que ser aplicada?
-Y sana. Porque nunca tomé alcohol ni drogas ni viví de noche. Entonces cuando pasa el tiempo se nota. Además de tener una familia genéticamente jóven. La piel de mi hija parece de cera, aparenta 18 y tiene diez más. Mi mamá tiene más de 70 y está impecable. Mi abuela materna murió sin una sola arruga. Pero ella no veía el sol…yo en eso..
-¿No usas protección?
-Sí, pero no tanta, elijo FPS 30. No me expongo en las peores horas, uso capelina, pero yo necesito del aire libre, me renueva, mi piel revive con el sol, igual que mi pelo, me alimenta y en ese sentido sufro mucho el invierno, siento que mi piel la pasa mal.
-En el amor…¿siempre hombres maduros es la fórmula?
-No hay fórmulas…¡si las hubiera…! Sé que nunca fui convencional, en nada, en el amor tampoco. Me casé a los 21, mi marido tenía 33. Trato de ver la conexión con la persona y sí, quizá me pasa que alguien que ha vivido más me resulta más interesante.
-¿Estás de novia hace…?
-Cinco años. No vivimos juntos, pero nos vemos todos los días.
-¿Cómo fue esa historia de amor?
-Nos conocimos de cruzarnos desde siempre, tenemos mucha gente en común y una vez nos encontramos en un ascensor camino a un bautizmo de los hijos de Flor de la V, nos saludamos, y después se puso a charlar conmigo toda la noche y sabía muchas cosas de mí, él dice y yo no me acuerdo, que me había invitado a cenar y yo le dije que no salía con alguien que no conocía (risas). Bueno, me empezó a llamar por teléfono, comenzamos a hablar bastante y después me invitó a comer, nos hicimos amigos y un tiempo después nos enganchamos. Muy de a poco.
-Se la hiciste remar… ¿Te cuesta enamorarte?
-No salgo con alguien si no conecté primero en persona, eso es así. Igual, no me acuerdo de esa invitación pero si él lo dice, vamos a creerle. Yo creo que hay diferentes momentos en los que uno puede enamorarse o querer a alguien, nosotros tenemos un vínculo muy fuerte, nos cruzamos cuando nos teníamos que cruzar. A través del tiempo cambia la forma de amar, aprendes, mejorás. Yo trabajo en eso. El otro también tiene que trabajar y es un todos los días, un minuto a minuto (risas).
-Cambiando de tema…tu próximo proyecto es bastante jugado,¿no?
-Sí, es un unipersonal que se llama Taitantos (porque la protagonista no quiere decir su edad y lo dice rápido). Me lo vinieron a ofrecer los autores, que son españoles, a mí directamente. En otros países las actrices no quisieron mostrarse como voy a aparecer sobre el escenario, yo lo voy a hacer, me parece un tema clave. Habla del paso del tiempo, justamente lo que hablamos. Es una mujer que cumple 50 y que aparentemente está todo espléndido en su vida, pero no, y arranca la escena en una clínica de rejuvenecimiento…
-¿Lograste todo lo que querías en la vida?
-Siempre quedan sueños por cumplir, pero sí, me siento muy realizada y plena, formé una familia, fui parte de programas que cambiaron la historia de la televisión, hice distintas cosas como actriz. Y seguiré siendo inquieta. No me cansa, trabajar me energiza y me hace feliz.
Tips de Flavia
“Siempre menos es más. Yo trato de equilibrar: si tenés un vestido tremendo, no podés tener un súper peinado ni un maquillaje impactante, tenés que balancear. Que la joya sea una sola cosa. En cuanto a accesorios, no me gustan las alhajas, no uso casi nada. Prefiero la bijou. Para mi cumple me puse un vestido verde esmeralda corto, mangas largas abultadas sin nada más, maquillaje suave y unos aros colgantes en esa gama, era lo que destacaba el outfit. Me visto de acuerdo a mi edad, sino avejenta. Selecciono las prendas más clásicas posibles y le doy “un toque“ para realzarlas. Tengo en cuenta mi altura y la propia forma del cuerpo. Saber las fortalezas y debilidades de cada uno es clave“.
Vos preferís los millones y los deptos que te dejó el viejo Macri, gato viejo VIP
Bonita siempre
juguemos en el bosqueee….
¿don franco está?
Que sentido tiene recordar situaciones pasadas, es de poco caballero.
patetica pero viva.. se engancho dos o tres millonarios.. se castigo un poco y ahora vive tranca…
te sirvieron para tu profesion, le sacastes buena guita al jovato y a otros varios mas, con efectivo agarrabas viaje con cualquiera
Flavia eres unas de las mujeres que marcaron tendencia toda la vida. Todos envejecemos, nadie puede escapar a esa realidad, algunos, como vos con dignidad,y otros lo hacen desfigurando su rostro. Felicitaciones, fuiste, eres y serás siempre una bella dama.
Tomatelàaaaaas, tenés la.caradurez de decir que no tenés cirugías en la cara????