Por Malen Lesser | Tiene 34 años, 28 de profesión y ya es un ícono de la televisión argentina. A punto de estrenar Fanny la fan (Telefé), habla de su vida actual, del amor después del amor y de sus ganas de ser mamá de nuevo.

Antes que anda hay que decir que su carisma derrite un témpano. Del ángel y la simpatía de su infancia emergió una mujer bella, segura de sí misma, madraza y decidida a seguir disfrutando de su profesión como a los 6 años, cuando pisó por primera vez un set de televisión.
No es que no la hayamos visto en el mientras tanto. Grande Pá, Chiquititas, Cabecita, Verano del 98 ´, Hombres de Honor, Son Amores, Mujeres de Nadie fueron sólo algunos de los programas en los que creció. La vimos volver con Mis amigos de siempre y más tarde con Los ricos no piden permiso, después de la pausa en donde se dedicó por unos años a sus hijos Muna (8) y Nilo (5), fruto de la relación con su ex, el actor Gastón Pauls, con quién se lleva de mil maravillas. Pero hoy, en el camarín lleno de coloridas mantas tejidas al crochet, mullidos sofás color crema, dibujos de sus hijos y frascos con frutos secos, la convoca un nuevo propósito. Como siempre le pasa con los proyectos a estrenar, su brillo lo dice todo. El fuego del entusiasmo le enciende los ojos negros, la hace teatralizar lo que relata y reír de pura alegría en medio de alguna frase. Con ustedes, Agustina Cherri. Chispa, talento, belleza y oficio.
-¿Cómo eras cuando no eras conocida?
-Casi no tengo recuerdos de cuando no trabajaba en la tevé. ¡Siempre estuve acá! Soy parte del decorado (risas). Empecé por ser una mini Fanny la fan de Flavia Palmiero, era mi ídola, me sabía todas las coreografías. Soñaba ser su bailarina. Fui quedando seleccionada hasta que eramos 5 nenas. Y bueno, Flavia dijo que era yo. Así que hubo que decirle a papá. Tenía que firmar un contrato, grabar y hacer temporada en el Teatro Ópera. Mi viejo me sentó, antes de empezar primer grado, y hasta el día de hoy lo cargo con eso, y me dijo: ‘Tu prioridad es el colegio y el día que te vaya mal, se terminó la tevé’. Fui abanderada hasta tercer año del secundario. Sabía que lo decía en serio.
-¿Qué harías si Muna te hiciera algo así?
-No se lo permitiría… Ya me la pidieron para hacer de Tini Stoessel cuando era chica en Violetta y dijimos que no. La exposición es fuerte, no es la tevé de cuando yo empecé. Aparte yo era hija de Silvita y Carlos, ella, de dos actores conocidos. Oportunidades no le van a faltar. Lo que le dije es que si quiere esto, que estudie. Va a piano, canto y comedia musical. Lo peor es que canta…increíble. Digo, que es difícil decirle que no, porque tiene talento. El padre piensa igual, eh.
-Hablando de eso…¿Cuáles son los tips para llevarse bien con un ex?
-Nadie puede creer lo bien que nos llevamos. Por suerte somos grandes compañeros en todo sentido. Por supuesto, después de un primer momento de reacomodamiento, pero la separación fue hace 5 años, yo estoy en pareja hace dos y medio, él también. Nuestra vida está estructurada así y mis hijos están felices. Si bien al separarte hay incertidumbre, en nuestro caso sentíamos que era lo mejor y lo fue. Lo vivimos naturalmente. Fue sano y cero traumático. Él es muy presente con los chicos, está mucho tiempo con ellos, la tenencia es plenamente compartida, mitad del mes conmigo y mitad con Gastón, y también somos compañeros con respecto a nuestros trabajos. El viaja muchísimo, yo me quedo con los chicos el tiempo que sea necesario, y si es al revés, él me cubre. Todo lo que tiene que ver con nuestros hijos lo hacemos juntos, sea pediatra, colegio, reunión o cumpleaños.

«A mi novio lo conocí en el casamiento de mi amiga Marcela Kloosterboer, él es uno de los mejores amigos del marido. Me tomé mi tiempo para volver a enamorarme, no llegó rápidamente sino cuando ya me había sanado de la separación”.

-¿Y cómo lo toman sus respectivas parejas?
-El combo es así y funciona. Quizá mi novio, Pepo (Tomás Pepo Vera, baterista de Otro Mambo) está en casa preparando a los chicos para que se los lleve Gastón y cada uno es re buena onda en su rol, somos familia. En los cumples estamos todos, por pedido de mis hijos, no hay situaciones tensas, al contrario. Y así de natural, sano y feliz es para ellos estar. Vivo un presente pleno y feliz.

-¿Y para vos, cómo fue el amor después del amor?
-Me tomé mi tiempo, no llegó rápidamente sino cuando ya me había acomodado. Si bien fue repentino, ya había curado y sanado lo de la separación, entonces se gestó sanamente. Lo conocí en el casamiento de mi amiga Marcela Kloosterboer, él es uno de los mejores amigos del marido.
-Cambiando de tema, ¿cómo fue crecer en la tele?
-Fue una suerte. Me transformé y me vieron de todas las maneras al aire, hasta durante la adolescencia que es una etapa muy compleja para todos, entonces soy muy reconocible para el público. Empecé a los 6 y recién en mi primer embarazo a los 26, paré. Crecí acá adentro y frente a cámara. Me vieron con granos, sin granos, gorda, flaca, con pelo corto, pelo largo, creo que eso ayudó.
-¿Cómo llega a vos Fanny la fan?
-La primera vez que escucho del proyecto fue por Luciano (Cáceres). Estábamos grabando Los ricos no piden permiso y en una pausa para almorzar, faltando poco para terminar la tira, le pregunto si ya sabía qué iba a hacer después. Ahí me cuenta que lo habían llamado de Underground y un poco la historia de Fanny la fan. También me dice que no tenían definido quién iba a ser la protagonista y que hasta que no decidieran eso no sabía si lo aceptaba. Quedó ahí. Le tiré ideas para su personaje y al tiempo, hablamos por teléfono ¿Vas a ser vos Fanny? ¡Sí, si! Fue loco porque hablé de Fanny… y pensé cosas para darle forma sin saber que finalmente lo iba a hacer yo.
-La propuesta física del personaje es bien distinta a la Agustina sexy de pelo corto…
-Si, la soltamos porque lloraba todo el día en la novela (risas). Era un desafío enorme tomar este personaje justamente por esto, está en clave de comedia. Yo venía con el género telenovelezco en donde todo era llanto y drama. Así que cuando vine a hacer la prueba de cámara, no hacía una desde Grande Pá más o menos, caí vestida de Fanny tal cual yo la imaginaba, con las extensiones puestas que Alberto Sanders me hizo de emergencia en tres días. Quería verme más joven porque el personaje tiene 25 años, yo 34 y en un principio estaba pensado de 18. Me lo acercaron un poco pero yo quería aparentar menos y ahí apareció Fanny, con un puff para el asma y los anteojos. Ese día en esa prueba, la encontramos y así quedó. Fue un cambio de imagen rotundo.

“Gastón es un padre muy presente. Mitad del mes los chicos están conmigo y mitad con él. Además, todo lo que tiene que ver con ellos lo hacemos juntos, sea pediatra, colegio, reunión o cumpleaños”.

-¿Cuál es la propuesta de Fanny la fan?
-Es una comedia de enrredos. Es una chica que se cría encerrada viendo televisión y por eso la realidad para ella es una ilusión óptica. Luciano es el protagonista de una novela de la que ella es fanática y ante un problema de rating, Fanny sale a defenderla para que no la levanten. La trama es disparatada, todo está estereotipado para que nos reímos de los productores, los directores, edl ego de los actores, de los galanes, la impunidad de algunos… El elenco está repleto de grandes comediantes que la tienen atada. Yo que venía con el chip del drama tenía el temor de pasar de registro, pero estar al lado de estos gigantes es fácil, es como subirte a una locomotora, sale solo.
-¿Te importa la competencia? ¿el rating?
-¡Obvio! El que te dice que no es mentira. Voy a mirar Las estrellas (N de la R: la tira que competirá con ellos en El trece) como seguro ellas van a mirar Fanny… Creo que la competencia nos nutre, nos hace mejores y que lo picante es a nivel empresarial, yo como compañera quiero que a todos nos vaya bien.
-Para finalizar, ¿estás realizada como madre o te jugarías a tener más hijos?
-¿Porqué no? Me gustaría tener más bebés, y de canchera lo digo en plural…