Los desfiles de moda tienen efecto multiplicador: pueden ser la pasarela de propuestas uniformes, tendientes a masificar una prenda, una tipología o un color; pero también pueden ser una plataforma que invite a cuestionar cánones sociales. Cada vez es más normal -aunque todavía llama la atención- que convivan en un show un travesti, una chica trans, alguien con sobrepeso, personas mayores y hasta jóvenes y adultos amputados o con discapacidades físicas, por nombrar algunos aspectos que llegan para romper con la monotonía de las modelos de tez clara, 55 kilos y 1,80 metros (claro, esa descripción corresponde a una generalización…). No hace falta cruzar el océanos para encontrar ejemplos: acostumbrado a trabajar con problemáticas sociales y con el espíritu políticamente incorrecto que lo caracteriza, el brasileño Ronaldo Fraga lleva varias temporadas subiendo a la pasarela a hombres y mujeres que no necesariamente cumplen los requisitos de un mannequin clásico.
Lee también:
>¿Las pasarelas ya no discriminan? Mirá las nuevas modelos
Y esta tendencia de incorporar personas de estética poco convencional a la pasarela llegó a la Semana de la Moda de Buenos Aires. Una muestra evidente fue el show de Madness Clothing, la marca que hacen Candelaria Tinelli y Tati Saal. Claramente. El foco no estuvo puesto en la ropa (abundaron los print, las superposiciones, los detalles lenceros y las tipologías extra large) sino en la variedad de personajes que caminaron en la pasarela. Ellas mismas convocaron al casting: “Lo publicamos en Instagram y en dos días nos llegaron unos seis mil mails. No pudimos leer todos, citamos a unas 150 personas a la oficina y nos reunimos a seleccionar a las nueve que nos iban a representar y que iban a transmitir este mensaje de diversidad” cuenta Saal y sigue: “Nos sorprendimos escuchando las historias y fue genial ver su felicidad por participar en una campaña de una marca de ropa”. Según las socias de la firma de ropa, “apostar a la diversidad es entender lo que manifiesta la sociedad actual”. El mismo ciclo fue sede de una manifestación a favor de la belleza real. Activistas a favor de la inclusión se dieron cita en el stand de Natura. “Celebrar la belleza en todas sus formas” fue la consigna y, en sintonía con la idea de revalorizar los distintos modos de ser hombres y mujer, la compañía levantó otros carteles: “Que la igualdad se ponga de moda”, “belleza sin prejuicios· y “diversidad es inclusión”, mientras público, diseñadores y artistas disfrutaban un buen momento en el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad.
Más que BAF Week debería llamarse BARF Week, por favor…