Su belleza desviaría la mirada de cualquiera. No aparenta 38 años, aunque la paz y la buena vibra que transmite al hablar denotan una madurez espiritual que sólo viene con la experiencia. Llegó antes al bar de Puerto Madero y se pidió un tazón de café con leche con huevos revueltos sobre pan tostado y ensalada de frutas. “Me senté afuera para que no moleste la música al hacer la nota”, aclara al saludar. Encorvado y con su gorrito azul pasa tan inadvertido como cuando salía a trabajar como técnico electricista por el Vicente López de su infancia. Su verdadero sueño era convertirse en músico y lo cumplió, aunque el azar le hizo descubrir su segundo amor, la actuación. Disputas, Amas de casa desesperadas (donde encarnó a un recordado “jardinero hot”) y Botineras fueron algunos de sus
primeros trabajos. En 2010 se fue a Italia ya que la RAI lo eligió para protagonizar la novela Terra Ribelle. “Yo no sabía el idioma y me doblaron. Pero cuando fui a promocionarla a Italia casi me muero. Había hecho un curso corto de italiano, pero no sirvió de nada. Recuerdo que no paraba de hacer bromas para disimular que no entendía casi nada de lo que me preguntaban”, recuerda divertido. Con el éxito de la producción surgieron nuevas propuestas de trabajo que lo llevaron a forjar una prolífica carrera en Italia, España, México, Honduras y Estados Unidos.
-¿Te gusta más trabajar en tu país o afuera?
-Acá estoy en mi lugar, contenido con mi familia y amigos. Tengo más contactos en la música y no me tengo que adaptar tanto. Pero amo viajary experimentar otras formas de vivir, producir y actuar. Así fueron los últimos 8 años de mi vida y me acostumbré tanto que lo necesito. Aunque, claro, si me saliera un papel soñado preferiría que
fuese acá.
-¿Cuál sería ese papel?
-Un personaje de comedia, porque nunca hice algo así. Siempre que trabajé en ese registro me tocó ser el serio. Me gustaría un papel que esté bien lejos de mí, de mi personalidad.
-Contame de tu familia…
-Tengo dos hermanos menores, mellizos y mi mamá, que es cosmetóloga. Mi papá falleció cuando yo tenía 11 años y desde entonces me apegué mucho a mis abuelos maternos. De chicos pasamos algunas necesidades. La mayoría de los veranos no nos
podíamos ir de vacaciones así que desde el vamos entendí la importancia de tener un sustento propio. Trabajé de electricista, cadete, mozo, recepcionista, barman. Después empecé a hacer algunos castings de modelaje y publicidades. Con la devaluación
de 2001 pude comprarme un monoambiente porque tenía mis ahorros en dólares. Cuando hice las cuentas y vi que me alcanzaba para mi primer departamento casi se me cae una lágrima.
-¿Siempre quisiste ser actor?
-En realidad quería ser músico. De chico con mi abuela escuchábamos un programa de los Beatles y grabábamos los temas con un pasacassette. Ella me hizo conocer a Stevie Wonder, Glenn Miller, Ray Charles, Frank Sinatra, Elvis… Teníamos una relación muy especial, fue mi segunda mamá. Me acuerdo que me compré mi primera guitarra vendiendo una bicicleta que me regalaron para un
cumpleaños (se ríe). Hoy ya tengo once… Hace unos años formé con amigos una banda con la que hacemos covers de rock. La actuación llegó después y también me terminó enamorando.
-Tenés un perfil bastante bajo y no se te conocen conflictos. ¿Aceptarías participar en el Bailando de Tinelli si te lo ofrecieran?
-No está dentro de mis objetivos, pero tampoco lo descarto. Comercialmente es una ventana muy interesante. Cualquier persona que entra al Bailando puede llegar a tener 3 millones de seguidores en las redes, la misma cantidad que hoy tiene Natalie
Portman, por ejemplo.
-¿Cómo te llevás con las redes sociales?
-Para mí son una herramienta de trabajo. Las mismas agencias te piden que produzcas tal o cual foto. Lo que nunca quise tener, y no tengo, es asesora de imagen.
-Estás soltero, ¿tenés ganas de enamorarte, formar una familia?
-Sí. Me encantaría. Así como el día de mañana me gustaría ser padre y formar mi propia familia.
-¿Qué te atrae de una mujer?
-No podría estar con alguien que no tenga un gran sentido del humor. Me gusta que la mujer sea feliz, que tenga sus propias pasiones y que no dependa de una relación para sentirse plena. Necesito que el amor sea parejo, que ninguno quiera más que
el otro.
-¿Tendrías una relación abierta?
-Nunca la tuve, pero no lo descarto. No soy celoso.
-¿La fama y el éxito en el público femenino te ha jugado en contra a la hora de tener una relación estable?
-No. Soy mucho más normal y humano de lo que se cree. No sé, te juro que es un ambiente re normal el de los actores. Es más, no recuerdo ni una salida grupal en esta última producción. Cada uno
tiene su vida.
-¿Tu prioridad hoy es el trabajo?
-Mi prioridad hoy es mi felicidad.
-¿Y qué te hace feliz?
-Mi familia, mis amigos, el amor.
-Siempre estás de buen humor, ¿qué te enoja?
-Cada vez menos cosas. Y eso me juega en contra a la hora de actuar. Pero te juro que es raro que esté enojado o de mal humor. Soy un tipo feliz y agradecido por todo lo que tengo. ¿Está mal? –
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