Playas desiertas, lugares públicos sin gente. Muchos destinos
turísticos están irreconocibles estos días. Los viajeros desde sus
casas se preguntan cuándo podrán volver a armar las maletas y tienen
mucho tiempo para planear sus próximas aventuras.
En Internet hay suficiente inspiración. Muchos destinos apostaron con
fuerza a la oferta digital. Los viajes virtuales son un verdadero
boom. Claro que eso tiene la desventaja de que puede generar
nostalgia de las vacaciones, aunque, quizá, también ayude a calmarla
un poco.
Exploraciones y safaris virtuales
Algunos destinos turísticos se están esforzando mucho en estos
tiempos para ofrecer propuestas atractivas. Las Feroe, un grupo de
islas en el Atlántico, tienen una oferta especial: A través del
teléfono móvil, la tablet o la PC los usuarios pueden conducir a un
guía turístico real con una cámara sobre la cabeza por el árido
paisaje, como si de un avatar en un videojuego se tratara.
”Remote Tourism” (turismo remoto) se llama esta modalidad de turismo
a través del mando a distancia. Incluso se puede dirigir un vuelo en
helicóptero. Los interesados pueden inscribirse en la web turística
de las Feroe, donde encontrarán las fechas disponibles. Los usuarios
que participan pueden asumir el control del guía durante un minuto de
forma rotativa.
Muchas veces es la necesidad la que despierta la creatividad. Por
ejemplo, no hay turistas en los safaris en África. ¿Qué se puede
hacer?
En Sudáfrica, por ejemplo, el grupo hotelero Andbeyond ofrece “game
drives” (paseos para ver animales) por cuatro reservas diferentes de
animales salvajes.
El guía emite en streaming imágenes de leones, elefantes y
rinocerontes a través de Youtube, Instagram y Facebook a los hogares
en la otra punta del mundo. Un marketing inteligente con la esperanza
de que lleguen tiempos mejores y se pueda viajar normalmente otra vez
Algunas reservas en África ofrecen la rara oportunidad de aventurarse en un safari virtual gratuito emitiendo la experiencia en directo y en alta definición, con guías que no dudan en hacer zoom para que el espectador pueda ver de cerca las numerosas criaturas que habitan sus tierras.
«La respuesta que estamos teniendo es impresionante», señala Samuel Mbogo, un guía de que se está adaptando a su nueva labor online en el santuario de rinocerontes Ol Pejeta Conservancy, en Kenia. «Nos estamos acostumbrando», dice Mbogo, quien ahora graba un video con un iPhone mientras habla y muestra animales.
Durante la transmisión, los guías responden preguntas, imparten conocimientos y comparten anécdotas personales, un privilegio normalmente reservado para aquellos que pueden permitírselo en vivo.
Saltos y recorridos
En Suiza, los visitantes pueden saltar virtualmente de cumbre en
cumbre a diferentes miradores, desde donde se ofrece una vista de 360
grados de las montañas. También se pueden hacer paseos en avión sobre
el Lago de Ginebra.
La ciudad alemana de Kronach, en Baviera, en la selva de Franconia,
con sus casas de paredes entramadas, ofrece una visita guiada en vivo
en Instagram.
También muchos museos cerrados permiten visitas virtuales por sus
salas de exposiciones y con numerosa información. Eso se puede hacer,
por ejemplo, en el Museo Städel en Fráncfort a través de una
aplicación de realidad virtual o el teléfono móvil.
Muchos museos en Italia hacen ofertas similares. También numerosos
conciertos que se hubieran disfrutado en el destino de las vacaciones
ahora se pueden seguir online al igual que otros eventos turísticos.
Fotos panorámicas y recorridos
Cada vez más hay ciudades que se pueden visitar virtualmente, aunque no todas están aprovechando al máximo las posibilidades de la
tecnologías. Algunas venden contenidos online como videos como
”viajes virtuales”. Nada nuevo bajo el sol. Pero eso es mejor que
nada.
Las imágenes panorámicas de 360 grados existen ya desde hace tiempo,
por ejemplo, en www.360cities.net. En esa web se puede ver
virtualmente el Empire State Building o volar en un globo aerostático
por el desierto de Namibia.
También en Alemania hay algunas propuestas como estas. Hannover, por
ejemplo, ofrece en su web turística numerosas fotos panorámicas de
360 grados de sus atracciones más conocidas. Allí es posible recorrer
la ciudad y también conocer virtualmente los Jardines de
Herrenhausen.
La zona turística alrededor de la capital de Baja Sajonia ofrece 24
visiones panorámicas, como las del Lago Steinhude o la cadena de
colinas Deister. Con un solo click, se accede al modo de realidad
virtual.
También los agentes de viajes ofrecen inspiración digital. Así, DER
Touristik, por ejemplo, ofrece en www.der.com videos de 360 grados de
destinos como Niza, Sudáfrica o México.
Hay paseos virtuales en cruceros por ejemplo en Tui Cruises y
Hapag-Lloyd Cruises. Y en el caso de Tui los futuros viajeros pueden
incluso espiar las habitaciones de los hoteles de las marcas Life y
Tui Blue de manera virtual.
En la foto de apertura, sobre el título vemos el nuevo ayuntamiento de Hannover, Alemania, que puede ser visitado en Internet incluso desde perspectivas que no son siempre posibles en el mundo real.
Un desafío para el cerebro
La tecnología de realidad virtual hizo posible muchas cosas. No se
pueden visitar países y continentes nuevos de cerca, pero sí
explorarlos de manera bastante realista.
El futurólogo vienés Tristan Horx cree que de esta manera se pueden
calmar algunas nostalgias y despertar las ganas para futuros viajes.
También considera que se puede dar a través de esta modalidad una
desaceleración de los viajes, ya que de esta manera se hace realidad
la posibilidad de visitar todas las regiones del mundo sin huella de
carbono ni daños al medio ambiente.
Horx dice que apps de realidad virtual como Google Earth pueden
ofrecer imágenes impactantes de ciudades y edificios. Pero aclara que
al utilizar la tecnología de realidad virtual al cerebro se le exige
más. En su opinión, las gafas de realidad virtual no se pueden usar
por más de una hora.
Carsten Fischer considera que algunos problemas de compatibilidad y
películas no muy apropiadas son las razones por las que hasta ahora
los viajes de realidad virtual no funcionaron tan bien.
El gerente de Interactive CMS llevó las gafas especiales a sus
oficinas para apoyar su asesoramiento. Pero la aceptación por parte
de los clientes fue menor a la esperada. De todas maneras, está claro
que todas estas impresiones virtuales no pueden sustituir un viaje de
verdad.
Imposible sustituir los viajes reales
Horx considera que con imágenes y videos no se puede reflejar ni de
forma aproximada la complejidad de un viaje. “La experiencia visu
es sólo un aspecto de muchas impresiones sensoriales que percibimos
cuando viajamos”. Las interacciones con la naturaleza y la cultura y
las personas que habitan los lugares son decisivas en un viaje.
Quien quiera ponerse a tono para su primer viaje después de la crisis
por el coronavirus tiene una manera muy simple de hacerlo: mirar
fotos viejas. Con los recuerdos de los momentos vividos regresan
impresiones sensoriales pasadas como sonidos, aromas, sensaciones,
asegura Horx. Ese rico mundo interior no puede ser reproducido por
ninguna tecnología.
Fuente y Fotos: DPA
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